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"LUGARES" A LA CARTA
Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido.
Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos.
Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón;
y él los tomó de las manos de ellos, y le dio forma con buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.
Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta para Jehová.
Y al día siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz; y se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a regocijarse.
(Éxodo 32:1-6)
Es tremendo observar este pasaje de la Palabra de DIOS descrito. DIOS mismo con su mano poderosa había recientemente librado al pueblo de Israel de los egipcios, había abierto el mar rojo para que ellos lo cruzaran, les había dado la promesa de la tierra prometida y les había dado mandamientos a seguir (Éxodo 20) y sin embargo en un momento mientras Moisés (el siervo de DIOS) se había ido a estar directamente en la presencia de DIOS a recibir sus instrucciones, algo abominable sucedió: El pueblo al observar que su líder no llegaba pronto se acercó a Aarón (sacerdote) y lo convenció de hacer y adorar un becerro de oro y dioses falsos y dedicar la fiesta a JEHOVÁ. (Verso 5).
El pueblo pronto se apartó de DIOS. No había temor de DIOS en ellos y decidieron crear sus propios dioses: dioses que ellos pudieran adorar, dioses visibles y que les permitieran ofrecer los sacrificios y las ofrendas que el pueblo considerara conveniente, dioses que les permitieran comer, beber y regocijarse (entiéndase aquí como descontrolarse, divertirse y desenfrenarse!)
En el nuevo testamento, el apóstol Pablo revela una situación particular presentada con los Gálatas:
Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de CRISTO, para seguir un evangelio diferente.
No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de CRISTO.
Más si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.
Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.
Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de DIOS? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de CRISTO.
Más os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre;
pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de JESUCRISTO
(Gálatas 1:6-12)
El apóstol confirma del peligro y desvío que representa el predicar y enseñar otro evangelio por temor y presión de los hombres, cuando la razón del evangelio es el Señor JESUCRISTO.
El apóstol Pedro escribió:
El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.
(2Pedro 3:9-10)
Nuestro señor JESUCRISTO vendrá por segunda vez y tenemos que estar preparados santificándonos cada día. Este tiempo final DIOS lo ha designado para que todos procedan al arrepentimiento.
TIEMPOS FINALES
¿Qué Dice la palabra de DIOS respecto de los tiempos finales?
- Con respecto al mundo:
La Escritura usa la palabra mundo en tres sentidos diferentes. En primer lugar significa, literalmente, el orden, el sistema, la organización de la vida humana; luego, la tierra en sí misma es llamada el mundo, porque constituye la escena en la cual se desarrolla aquel sistema; por fin, llamamos mundo al conjunto de los individuos que viven conforme a este sistema. Se puede, pues, distinguir entre la escena del mundo, las personas del mundo, o el sistema del mundo.
El hombre necesita vivir en sociedad; por eso el mundo no dejó de organizar su sistema social, y se ha esmerado en hacerlo de un modo completo y perfecto. La posición social es el todo para el hombre (sin DIOS); no ahorra ningún esfuerzo para alcanzarla y conservarla a toda costa, ni hay gasto que le parezca excesivo. Consideremos, aquella inmensa escala social, la sociedad, con sus miríadas de criaturas humanas, de las cuales se esfuerzan para ascender a los más altos puestos, mientras que otras hacen lo posible para mantenerse en la posición adquirida. ¡Qué atractivo y terrible poder (del mal) tiene aquel sistema social para absorber el espíritu y el corazón de los hombres! Tremendo!
Además, el hombre necesita un gobierno o poder político para la protección de su vida, su hacienda, sus derechos, a lo cual el mundo provee plenamente.
Y ¡así organización más completa corresponde también a lo que llamamos el mundo de los negocios! Las ocupaciones, en este mundo, forman un destacado conjunto de los más notables. Los hombres que sólo están dotados de fuerza física hallan ocupaciones además de sus capacidades; los espíritus inventivos pueden dar libre curso a su genio; los de formación artística se manifiestan en el mundo de la escultura, de la pintura, de la música o de la poesía; los sabios trabajan para resolver sus problemas; los escritores componen sus libros; y hasta las codicias y el lujo de unos, proporcionan a otros sus medios de subsistencia.
A los que pregunten los motivos por los cuales tal actitud debe caracterizarnos, contestamos: ¿No sabéis que Satanás es «el dios de este mundo», «el príncipe de la potestad del aire», el director de aquel monstruoso sistema? Es su energía, su genio inspirador, y su príncipe.
Cuando nuestro Señor JESUCRISTO estuvo en la tierra, el diablo fue a ofrecerle «todos los reinos de la tierra y su gloria», por cuanto decía «A mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos» (Lucas 4:6-7). Estos versículos descorren el velo, y aparece a plena luz el verdadero objeto de todo culto religioso del hombre.
La Escritura habla de Satanás como de alguien que era «lleno de sabiduría, y acabado de hermosura» (Ezequiel 28:12), y que se disfraza de «ángel de luz» (2 Corintios 11:14). ¿Cómo extrañarse, pues, de que los hombres, tanto los indiferentes como los más reflexivos, sean engañados y seducidos? ¡Cuán pocos son los que tienen los ojos abiertos para discernir, por la Palabra de Dios y la unción del Espíritu Santo, el verdadero carácter del mundo!
Algunos creen haber escapado al lazo de la mundanalidad porque abandonaron lo que llamamos los placeres mundanos y se hicieron miembros de determinadas iglesias, o de asociaciones religiosas; pero se dan cuenta de que siguen permaneciendo en el sistema del mundo de igual modo que antes.
Sólo que Satanás, príncipe de este mundo, les saca pasar de un departamento a otro, a fin de adormecer sus conciencias inquietas, haciéndoles sentir más satisfechos de sí mismos…
Respondiendo Jesús, les dijo:
Mirad que nadie os engañe.
Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.
Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.
Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.
Y todo esto será principio de dolores.
(Mateo 24:4-8)
También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.
Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,
sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,
traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios,
que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.
Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias.
Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad.
(2Timoteo 3:1-7)
Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón.
Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada.
También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres.
Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió.
Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase.
Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente;
y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.
Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.
(Apocalipsis 13:11-18)
Nuestro Señor JESUCRISTO rogó al PADRE:
No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.
Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,
para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
(Juan 17:15-21)
DIOS nos dice:
No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.
(1Juan 2:15)
¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
(Santiago 4:4)
El mundo irá de mal en peor. Guerras, pestes, odio, hambres, terremotos, de acuerdo con el dios de este mundo: lo estamos viendo cada día en las noticias.
Un lugar, una doctrina que se constituya en base a los deseos del mundo, es una “iglesia a la carta” donde cada quien escoge su dios: NO ES LA IGLESIA DEL SEÑOR.
QUE SEA DIOS QUIEN SIEMPRE NOS GUIE Y NOS EDIFIQUE EN SU VERDAD Y EN SU AMOR.
Dios te bendiga.
Bibliografía:
- Biblia Reina Valera 1960
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